Aunque alguna que otra vez me había
hecho las pruebas de enfermedades de transmisión sexual (ETS), nunca había
sentido tanto miedo como en esta ocasión. La última vez que me había sometido a las
pruebas tenía 20 años, a pesar de mi pronta experiencia sexual, siempre he sido
consciente de la importancia de la utilización de protección en las relaciones
sexuales no solo para evitar el temido embarazo, sino también por las olvidadas
enfermedades de transmisión sexual, ya que en mi familia ya habíamos sufrido
una pérdida debido al SIDA. En enero de 2010 contaba con 25 años recién
cumplidos, un cuarto de siglo y pensaba ya solo me quedan dos más y lo que me
concedan (siempre he pensado que más años no vale la pena llegar si no se está
entero).
Recientemente me habían destinado una nueva
médico de cabecera, después de dos semanas con un resfriado persistente
decidimos pedir una analítica completa tanto general como especifica ETS. Al
salir de la consulta y dirigirme hacía las escaleras me vino a la mente un ex
novio de hacía 3 años, bajándolas me
recorrió un escalofrío al recordar la relación con él en la cual me tubo en
cegada mucho tiempo hasta que me di cuenta de que era engaño tras engaño y mentira
tras mentira, lo que no me había parado a pensar nunca era, si me habría
mentido también en el tema sexual. Cuando llevábamos un tiempo, me propuso no
utilizar preservativo en nuestras relaciones ya que me tomaba las pastillas
anticonceptivas, me conformé con su afirmación oral de que recientemente se
había realizado analíticas y que estaba
sano y limpio. Y yo inocente e incrédula chica enamorada me lo creí, no vi
necesario que me lo demostrara en papel.
Los días siguientes a la
extracción de sangre se me hicieron eternos, realmente no me había planteado
que era lo que más MIEDO me
producía, si tener esa incertidumbre de
no saber el que o miedo a un resultado
positivo. Día a día carcomiéndome la cabeza me fui auto convenciendo de que
sí ese chico fue capaz de mentirme en tantas cosas seguro que en eso también me
había mentido y me fui planteando la idea de que saldría positivo. La
posibilidad estaba, en ese momento caí en la cuenta de que había estado jugando
con fuego y que seguramente me había quemado.
Al segundo día de la extracción a media mañana
recibí una llamada inesperada, era del Centro de Salud, mi doctora que fuera lo
más pronto posible a verla…ya está ahí tenía la prueba pensé algo me salió….Desde
el momento que entre en la consulta mirándole la cara fijamente en ese instante
se desvanecieron las dudas, se confirmaron nuestras sospechas, daba positivo en
VIH. Y aun me dijo que tenía suerte de que solo había salido un solo positivo
que pueden ir acompañadas varias enfermedades.
En ese instante se te pasan miles
de preguntas y pensamientos por la cabeza que no te da tiempo a procesar. En
primer momento se te cae el mundo encima, sueles pensar lo peor de esta
enfermedad, sintiéndome culpable por no haber puesto medios de antemano, a
pesar de que era consciente de la existencia de ETS, ignorando realmente que lo mejor que me podía haber pasado era esto DETECTARLO a tiempo. En
la mayoría de los casos registrados en los países desarrollados si son
detectados precozmente tienen más probabilidades de poder controlar el virus y
estabilizarlo, hasta conseguir una replicación mínima y casi indetectable en el
cuerpo.
No voy a decir que por mucho que
te esperes el resultado positivo no es fácil para uno mismo aceptarlo, hasta el
más preparado para ello necesita su tiempo de incubación y adaptación a la
nueva situación, para que nos vamos a engañar, es algo nuevo que no conocemos y
a lo que nos han infundido un miedo desde hace décadas. Hasta que bueno por
narices no te toca más que afrontarte a ello, por caso propio o cercano.
Actualmente morirse de SIDA, se mueren aquellas personas en las que no tienen
recursos para acceder a un tratamiento o aquellas a las que su sistema
inmunitario ya sea por una detección tardía, o por otra enfermedad anexa, este
bastamente deteriorado. Aún así y todo conozco gente con muchas más
enfermedades que VIH y estar ahí están dando la tabarra, lo que no evidenciaré
es que su calidad de vida no es como la de una persona sana. Pero el ser humano tiene muchas
capacidades de adaptación.
Saliendo de la consulta no podía
parar de pensar en que había cambiado por mucho que me hubiera preparado para
ese resultado no lo acababa de encajar bien, me fui a casa directa haciendo de
tripas corazón. Por el camino me acordé de mis ex parejas y tuve que coger aire
y llamarlos para darles aviso, me preguntaban si era broma y yo con unas
terribles ganas de llorar, les repetía tío con esto no se juega, por favor ves
al médico. Una vez que llegue a mi casa se me empezaron a saltar las lagrimas a
borbotones no podía parar de llorar y decidí que no estaba preparada para pasar
por eso yo sola que para eso llevaba años cultivando las mejores amistades,
para tenernos en lo bueno, lo malo y lo peor. Cogí el teléfono y lo primero que
se me ocurrió hacer fue llamar a mis dos mejores amigos, como soy yo se lo
solté sin preámbulo alguno, quien me conoce sabe que tanto para lo bueno o para
lo malo no tengo tacto para decir las cosas, en ese momento según me contaron
más tarde no sabían cómo tomárselo. No me defraudaron y ese mismo día vinieron
a apoyarme, pasando conmigo gran parte del día y de la noche. Al principio fue
duro ya que mis amigos no habían tenido ni un contacto real con el virus y lo
único que se les ocurrió fue buscar en internet sería perfecto si no hubiera
tanta sobrecarga y corrupción de información, eso hizo que en un principio
cogieran más miedo de lo que es en realidad. Aunque la visita era para animarme
a mí y darme apoyo ese día me pase el día explicando a mí alrededor que era el
virus y como actuaba, la verdad les doy mis más sinceras y eternas gracias por
estar ahí en ese momento y siempre.
A la familia tardé un poco más en
contárselo debido a que primero quise saber en qué fase de la enfermedad
estaba, ya que la técnica que habían utilizado era la de
Quimioluminiscencia-Dxi, parecido al ELISA que deben de ser respaldados con un
Western Blott, además de visitarme con el médico especialista en enfermedades
infecciosas, donde se efectúan las
pertinentes pruebas de recuento de carga viral y de células CD4 y CD8 que
determinan el estado del sistema inmunológico. Una vez supe que simplemente era
portadora del virus VIH y que la enfermedad como tal el SIDA aun no se había
desarrollado, me arme de valor me fui a ver a mis padres y decidí soltárselo
sin más como había hecho el primer día, pero esta vez con la plena seguridad de
que podía decirles sí de que solo era portadora, y que por ahora gozaba de
buena salud.
Una de las cosas más importantes para
el que sufre esta enfermedad es no sentirse
rechazado y estigmatizado por los demás, aunque legalmente no tengas la necesidad
de decir nada a nadie, moralmente la mayoría necesitamos poder ser francos con
nuestro alrededor y a la misma vez sentir un poco de apoyo, cariño y ánimos.