viernes, 23 de marzo de 2012

¿Saber o no saber?


    Aunque alguna que otra vez me había hecho las pruebas de enfermedades de transmisión sexual (ETS), nunca había sentido tanto miedo como en esta ocasión.  La última vez que me había sometido a las pruebas tenía 20 años, a pesar de mi pronta experiencia sexual, siempre he sido consciente de la importancia de la utilización de protección en las relaciones sexuales no solo para evitar el temido embarazo, sino también por las olvidadas enfermedades de transmisión sexual, ya que en mi familia ya habíamos sufrido una pérdida debido al SIDA. En enero de 2010 contaba con 25 años recién cumplidos, un cuarto de siglo y pensaba ya solo me quedan dos más y lo que me concedan (siempre he pensado que más años no vale la pena llegar si no se está entero).

 Recientemente me habían destinado una nueva médico de cabecera, después de dos semanas con un resfriado persistente decidimos pedir una analítica completa tanto general como especifica ETS. Al salir de la consulta y dirigirme hacía las escaleras me vino a la mente un ex novio de hacía 3 años,  bajándolas me recorrió un escalofrío al recordar la relación con él en la cual me tubo en cegada mucho tiempo hasta que me di cuenta de que era engaño tras engaño y mentira tras mentira, lo que no me había parado a pensar nunca era, si me habría mentido también en el tema sexual. Cuando llevábamos un tiempo, me propuso no utilizar preservativo en nuestras relaciones ya que me tomaba las pastillas anticonceptivas, me conformé con su afirmación oral de que recientemente se había  realizado analíticas y que estaba sano y limpio. Y yo inocente e incrédula chica enamorada me lo creí, no vi necesario que me lo demostrara en papel.  

Los días siguientes a la extracción de sangre se me hicieron eternos, realmente no me había planteado que era lo que más MIEDO me producía, si tener esa incertidumbre de no saber el que  o miedo a un resultado positivo. Día a día carcomiéndome la cabeza me fui auto convenciendo de que sí ese chico fue capaz de mentirme en tantas cosas seguro que en eso también me había mentido y me fui planteando la idea de que saldría positivo. La posibilidad estaba, en ese momento caí en la cuenta de que había estado jugando con fuego y que seguramente me había quemado.

 Al segundo día de la extracción a media mañana recibí una llamada inesperada, era del Centro de Salud, mi doctora que fuera lo más pronto posible a verla…ya está ahí tenía la prueba pensé algo me salió….Desde el momento que entre en la consulta mirándole la cara fijamente en ese instante se desvanecieron las dudas, se confirmaron nuestras sospechas, daba positivo en VIH. Y aun me dijo que tenía suerte de que solo había salido un solo positivo que pueden ir acompañadas varias enfermedades.

En ese instante se te pasan miles de preguntas y pensamientos por la cabeza que no te da tiempo a procesar. En primer momento se te cae el mundo encima, sueles pensar lo peor de esta enfermedad, sintiéndome culpable por no haber puesto medios de antemano, a pesar de que era consciente de la existencia de ETS,  ignorando realmente que lo mejor que me podía haber pasado era esto DETECTARLO a tiempo. En la mayoría de los casos registrados en los países desarrollados si son detectados precozmente tienen más probabilidades de poder controlar el virus y estabilizarlo, hasta conseguir una replicación mínima y casi indetectable en el cuerpo.

No voy a decir que por mucho que te esperes el resultado positivo no es fácil para uno mismo aceptarlo, hasta el más preparado para ello necesita su tiempo de incubación y adaptación a la nueva situación, para que nos vamos a engañar, es algo nuevo que no conocemos y a lo que nos han infundido un miedo desde hace décadas. Hasta que bueno por narices no te toca más que afrontarte a ello, por caso propio o cercano. Actualmente morirse de SIDA, se mueren aquellas personas en las que no tienen recursos para acceder a un tratamiento o aquellas a las que su sistema inmunitario ya sea por una detección tardía, o por otra enfermedad anexa, este bastamente deteriorado. Aún así y todo conozco gente con muchas más enfermedades que VIH y estar ahí están dando la tabarra, lo que no evidenciaré es que su calidad de vida no es como la de una persona  sana. Pero el ser humano tiene muchas capacidades de adaptación.

Saliendo de la consulta no podía parar de pensar en que había cambiado por mucho que me hubiera preparado para ese resultado no lo acababa de encajar bien, me fui a casa directa haciendo de tripas corazón. Por el camino me acordé de mis ex parejas y tuve que coger aire y llamarlos para darles aviso, me preguntaban si era broma y yo con unas terribles ganas de llorar, les repetía tío con esto no se juega, por favor ves al médico. Una vez que llegue a mi casa se me empezaron a saltar las lagrimas a borbotones no podía parar de llorar y decidí que no estaba preparada para pasar por eso yo sola que para eso llevaba años cultivando las mejores amistades, para tenernos en lo bueno, lo malo y lo peor. Cogí el teléfono y lo primero que se me ocurrió hacer fue llamar a mis dos mejores amigos, como soy yo se lo solté sin preámbulo alguno, quien me conoce sabe que tanto para lo bueno o para lo malo no tengo tacto para decir las cosas, en ese momento según me contaron más tarde no sabían cómo tomárselo. No me defraudaron y ese mismo día vinieron a apoyarme, pasando conmigo gran parte del día y de la noche. Al principio fue duro ya que mis amigos no habían tenido ni un contacto real con el virus y lo único que se les ocurrió fue buscar en internet sería perfecto si no hubiera tanta sobrecarga y corrupción de información, eso hizo que en un principio cogieran más miedo de lo que es en realidad. Aunque la visita era para animarme a mí y darme apoyo ese día me pase el día explicando a mí alrededor que era el virus y como actuaba, la verdad les doy mis más sinceras y eternas gracias por estar ahí en ese momento y siempre.

A la familia tardé un poco más en contárselo debido a que primero quise saber en qué fase de la enfermedad estaba, ya que la técnica que habían utilizado era la de Quimioluminiscencia-Dxi, parecido al ELISA que deben de ser respaldados con un Western Blott, además de visitarme con el médico especialista en enfermedades infecciosas, donde se  efectúan las pertinentes pruebas de recuento de carga viral y de células CD4 y CD8 que determinan el estado del sistema inmunológico. Una vez supe que simplemente era portadora del virus VIH y que la enfermedad como tal el SIDA aun no se había desarrollado, me arme de valor me fui a ver a mis padres y decidí soltárselo sin más como había hecho el primer día, pero esta vez con la plena seguridad de que podía decirles sí de que solo era portadora, y que por ahora gozaba de buena salud.

Una de las cosas más importantes para el que sufre  esta enfermedad es no sentirse rechazado y estigmatizado por los demás, aunque legalmente no tengas la necesidad de decir nada a nadie, moralmente la mayoría necesitamos poder ser francos con nuestro alrededor y a la misma vez sentir un poco de apoyo, cariño y ánimos.

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